lunes, 16 de abril de 2007

PERON OPINA SOBRE EL “CHE”

PERON OPINA SOBRE EL “CHE”

Por Ricardo E. Brizuela

“La guerra de guerrilla es más vieja que “mear en los portones”. Esta frase, característica construcción idiomática del viejo líder peronista, pertenece a una carta dirigida por el general Juan Domingo Perón a Ricardo Rojo, fechada en Madrid el 2 de agosto de 1968.
Confirma su contenido las declaraciones del escritor Enrique Pavón Pereyra, en el sentido de que el ex Presidente desaprobó los planes del Che Guevara en Bolivia.

La misiva a Rojo se origina en el envío de un libro del que era autor, al general Perón. Su texto, que reproducimos en su totalidad, trasluce la opinión del lider justicialista en cuanto a la guerra de guerilla y, aunque se manifiesta en contra de la iniciativa del Che, rescata la figura del mismo como un líder mundial.

“Estimado amigo: al terminar de leer su interesante obra “Mi amigo el Che”, deseo agradecerle la amabilidad de habérmelo enviado y dedicado: ha sido un verdadero placer su lectura. Esta relación histórica complementa admirablemente el contenido del “Diario del Che Guevara” publicado por el Gobierno cubano y da una idea real de los dolores y sacrificios de todo orden que este extraordinario hombre ha debido soportar en su agitada vida de revolucionario".

“Sin cuanto usted nos informa de su paso por el Congo y muchas otras circunstancias, no sería fácil comprender que un hombre ya fogueado y experimentado en la guerra de guerrilla se haya encontrado en Bolivia en una situación tan precaria de medios y preparación. La “guerra de guerrilla”, al contrario de lo que algunos creen, es más vieja que “mear en los portones”, pues se practicaba en gran escala ya en la época de Darío II. Desde entonces, hasta la II Guerra Mundial de 1938-1945, no ha dejado de ser en algunos sectores y circunstancias, la forma de luchar".

“Pero, como forma atípica de guerra, tiene sus exigencias originales, según sean las condiciones que la situación presenta. La empresa de Ernesto Guevara era, a la vez que temeraria, casi suicida".

“Yo, como profesional, he estudiado profundamente la guerra en la selva y he sido el creador del “Destacamento de Montes”, que en la atualidad tiene guarnición en Manuela Pedraza, precisamente cerca de donde el Che tuvo que desarrollar sus tremendas operaciones, sin más medios que su extraordinario valor personal y la firma decisión de vencer que le animaba como hombre de una causa. Sin embargo, cuando se opera contra fuerzas regulares especialmente preparadas para esa clase de lucha, tales virtudes no son suficientes; es preciso, por lo menos, contar con algo seguro en cuanto a fuerzas y medios de subsistir en medio tan inhóspito".

“Pero, pese a todo, yo creo como Usted, que el sacrificio del Comandante Che Guevara no ha sido en vano: su figura legendaria ya ha llegado con su ejemplo a todos los rincones del mundo y muchos anhelarán emularlo. Es que esta clase de sacrificios no sólo valen por lo que hacen, sino también por el ejemplo que dejan para los demás. Hasta su muerte, por la forma miserable en que se ha producido, ha tenido la virtud de mostrar claramente, con la clase de bárbaros que ha tenido que vérselas".

“Yo soy de los que piensan que, así como no nace el hombre que escape a su destino, no debiera nacer el que no tenga una causa para servir, que justifique su pasaje por la vida. Guevara ha sido el hombre de una causa y eso es suficiente para colocarlo en la Historia con valores propios e imborrables. Por otra parte, combatir con éxito o sin él contra el imperialismo, ha sido en todos los tiempos un sello de honor para los hombres libres y eso nadie lo podrá borrar del epitafio que Guevara tiene sobre su tumba incierta en el espacio, pero tremendamente verdadera en el tiempo".

“Le agradezco nuevamente su gentileza y lo felicito por su libro tan instructivo para la juventud como útil para todos nosotros”.

Así concluye Perón su carta a Ricardo Rojo agradeciéndole el libro “Mi amigo el Che”, que se constituyó desde su aparición en un clásico del material editado conteniendo referencias al revolucionario argentino-cubano. Rojo, también argentino, frecuentó al Che en su juventud y acompañó a Guevara en un importante período de su vida.

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